Muchos son los padres que intentan transmitir sus pasiones a sus hijos y donde más se ve reflejado es dentro del deporte. Así se vivió dentro de la edición XXXII° del Rally Transmontaña, donde abundan muchos se emocionaron por compartir la carrera junto a sus afectos.
Uno de esos casos fue el de Pablo y Santino Biasutti. Ambos llegaron desde Córdoba para compartir este certamen. “Es una experiencia hermosa correr junto con él. Hace cinco años que vine por primera vez y, ahora, fue su debut en el Transmontaña. Es emocionante compartirlo con él. Desde chico que le gustaba subirse a la moto, pero esto fue algo superador”, dijo Pablo.
Santino aseguró que sus inicios en el deporte se dieron gracias al impulso de su padre. “Fue muy dura la carrera. Siempre iba primero, pero él tuvo algunos problemas con su moto y tuvimos que demorarnos un poco más. Pero, más allá de eso, no tuvimos mayores complicaciones”, dijo en relación a la carrera.
Algo similar sucedió con los Quintar que llegaron desde Jujuy. “Es una experiencia muy linda correr con mi papá. Espero repetirla un montón de veces porque él fue el que me hizo que ame el Enduro. Quiero seguir creciendo en este deporte”, dijo Manuel hijo. “Practicó desde los cuatro y estuve en otras competencias. Participe de un Sudamericano, un argentino y del NOA. Siempre tuvimos muy buenos resultados”, añadió.
A pesar de no ganar la carrera, Manuel padre mostró su felicidad de compartir esto con su hijo. “Estoy muy contento. Veníamos muy cerca de la punta de la categoría Padre-Hijo hasta que se me salió la cadena y se me enredó la cadena en el piñón. Perdimos entre 30 y 40 minutos. Pero lo importante de esto es divertirse”, dijo.
“A mí no me trajo nadie. Me compré una moto a escondidas de mi viejo y todo lo demás es historia. Corrí tres veces el Red Bull Rumaniacs, la carrera más dura del mundo. Un año terminé en puesto 11 por lo que fui bronce. Después acabe en plata. Soy uno de los dos argentinos que logró ese hito”, contó en relación a su historia. Sin embargo, aseguró que su hijo “empezó con el pie derecho”.
Como ellos, hay muchos casos dentro del mundo del Enduro. Además de ser una competencia de motociclismo, el Rally Transmontaña se transformó en un gran evento familiar.